En
muchas ocasiones realizar una buena y correcta limpieza bucal es un tema tabú
puesto que muchos desconocemos cómo realizarla de la mejor manera y, sobre
todo, de la forma más beneficiosa y correcta para nuestra dentadura.
Lo
primero y más importantes para limpiarse bien los dientes, es el cepillo. Sí,
tal y como lo lees. El cepillo debe tener una dureza media y debes usar la
pasta de dientes adecuada para ellos. Son aspectos que parecen muy básicos y
simples pero que más de uno comete fallos en esto pasos y es lo que conlleva
una cadena de malos resultados dentales.
Otra rutina que se debe aplicar y que ayuda a tener una gran salud
y limpieza dental es el uso del hilo
dental y de los cepillos
interproximales. Con su ayuda,
alcanzamos lugares que con los que no llegamos con el cepillo y podemos
eliminar residuos que después se convierten en placa bacteriana.
¿Cómo debes usar el cepillo
interproximal para eliminar la placa al completo y dejar tus dientes
limpios al completo? Primero debes presionar de forma muy ligera, sin forzar en
absoluto, el cepillo para introducirlo en el espacio que deseas limpiar. Para
la arcada inferior debes mantener una inclinación muy leve de abajo hacia
arriba y, por el contrario, para la arcada superior, de arriba hacia abajo.
Tras ello debes realizar cuidadosos movimientos en horizontal y en repetidas
ocasiones evitando que el cepillo se salga del espacio entre los dientes.
El hilo o seda dental también suele estar muy presente en la
salud y limpieza bucodental pero, en numerosas ocasiones no se sabe cómo
usarlo. Es igual de fácil y senillo que el cepillo interproximal. Para usarlo
en la limpieza de los dientes usa cerca de unos 40 cm y anúdalo en los dedos
pero dejando un espacio amplio para trabajar entre los dientes con toda la
facilidad y de manera que no haya interrupciones. Éste, lo introduces entre los
dientes y lo deslizas de manera muy suave entre ellos con movimientos de arriba
hacia abajo. Para tener una limpieza completa
de la encía, curva ligeramente el hilo dental alrededor de la base del diente
para permitir que pueda pasar por debajo de la encía, sin forzar y de manera
suave para no provocar daños en el tejido gingival.
Recuerda,
que el uso del hilo dental o cepillo interproximal es recomendable para
aquellas personas que tengan muy cerrados los espacios entre los dientes y
resulta muy complicado acceder a los mismos mediante el uso del cepillo normal.
Con ambos eliminamos placa bacteriana y llegamos a lugares donde el cepillo
convencional no alcanza.
Ya,
para finalizar y poder sentir una boca limpia y sana, si utilizas el enjuague
bucal tras todos estos pasos, tus dientes estarán sanos y te lo
agradecerán. Son unos simples pasos que
si se realizan, al menos, tres veces al día seguro que notas el cambio.
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