Tal vez, para empezar a
hablar de ello deberíamos explicar qué es el bruxismo. No es otra cosa que la costumbre o hábito de
apretar los dientes de forma involuntaria y causar una fricción entre ellos.
Esto, puede ocurrir tanto en
niños como en adultos. Y, éste, puede darse tanto de día como de noche pero, si
que es cierto, que causa un desgaste y deterioro en los dientes y pueden
provocar lesiones en los dientes y en las encías que pueden llegar a ser a ser
irreversibles.
Como se puede observar en la
fotografía superior, hay una marca discontinuidad en los dientes y no es
uniforme la línea dental de los mismos.
Ello también influye en que se padezcan dolores de cabeza, de mandíbula y de dientes. Si se observa
esto, es recomendable acudir pronto a la consulta del odontopediatra para que
pueda tomar medidas desde el principio.
Estas medidas pueden ser de
diversa índole y dependiendo del estado en que se encuentre la dentadura del
pequeño, pero lo más habitual suele ser colocar protectores dentales de goma
que deben ser de clínicas dentales, recuerda que con la salud no se juega y se
deben utilizar aquellas cosas realizadas por un experto. Pero también cabe
señalar que esta decisión debe tomarla el odontólogo puesto que no todos
necesitan de estos protectores puesto que, como en todo, hay diversas
modalidades y fases o etapas.
Por lo tanto lo más
aconsejable y en lo que hacemos hincapié, es que se acuda cuanto antes al
odontólogo para que pueda hacer un estudio de qué es lo que sucede y qué
medidas son las más adecuadas tomar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario