Las aftas son unas úlceras ovoideas de color
blanco o amarillo en su parte central con un halo en tono rojo alrededor y muy
dolorosas. Éstas, se pueden localizar en diversas zonas de la mucosa que recubre
la cavidad oral como es la pared interna de las mejillas, las encías, lengua o
el paladar blanco. Se pueden presentar de forma aislada o en grupo y su tamaño
puede oscilar entre los 5 y los 10 milímetros. Se curan sin que queden secuelas pero pueden
persistir durante unos 15 días.
¿Por qué aparecen? Su etilogía es desconocida
aunque sí que existen una serie de factores que pueden ayudar a su aparición
como son el déficit de hierro, la falta de vitaminas B1,B2,B6 y B12;el estrés, las alteraciones hormonales,
hipersensibilidad a determinados alimentos, posibles traumas en algunas de las
zonas donde aparecen provocados por dentaduras postizas o, incluso, diversas
manipulaciones dentarias.
Los síntomas que se padecen
para saber qué es lo que estamos sufriendo es una sensación de ardor y
hormigueo en la zona, dolor al comer y un aliento muy malo. Si aparece más de
una puede llegar a provocar fiebre y malestar general. Como aparecen cuando el sistema inmunitario
está bajo de defensas muchos síntomas no se pueden focalizar en la boca en
muchas ocasiones. Pero lo mejor es acudir enseguida a la clínica dental para
que el especilista pueda aconsejarnos.
Por otro lado tenemos la
estomatitis, que no es otra cosa que la inflamación de la mucosa de la boca.
Esto puede deberse a infecciones virales como puede ser un simple herpes,
bacterias, el hongo cándida, algunos medicamentos, radioterapia en tumores de
la cavidad bucal, déficit de vitamina C y b, periodontitis, caries o alguna
enfermedad en la sangre.
Dependiendo de porqué se
produce la estomatitis, pueden sufrirse unos síntomas u otros, por lo que no se
pueden especificar de forma clara como sucede en el caso anterior.
¿Cómo podemos tratarlas para
evitar un mayor dolor y molestia?
El tratamiento es muy
importante a la hora de evitar que nos sucedan estas afecciones.
· Hay que
mantener una buena higiene bucal y cepillar los dientes de manera meticulosa,
al menos, tres veces al día. También es aconsejable utilizar seda detal después
de cada comida.
· Enjuagarse
los dientes con agua con media cucharadita de sal, puede contribuir a que se
reduzca el ardor de las encías.
· Cuando
se de el caso de una infección vírica, hay que tener mucho cuidado con los
utensilios que se utilizan (de cualquier índole) lavarlos muy bien y, sorbe
todo, tener especial atención y una higiene muy meticulosa con nuestras manos
ya que este tipo de infecciones se transmite mediante la saliva.
· Acudir
a revisiones periódicas con el dentista para que pueda realizar una revisión continua
de nuestros dientes.
· Cuando
les ocurre a los niños, deben consumir mucho más líquido del habitual ya que
puede provocar deshidratación.
· Cuando
haya personas con herpes cerca de nosotros debemos tener especial cuidad con
ello y no compartir botellas o utensilios puesto que se contagian muy
fácilmente los herpes.
· Llevar
una dieta suave y líquida, donde se eviten las sustancias irritantes, picantes
y muy calientes. Consumir, preferiblemente, helados, alimentos con poca sal y
blandos.
· También
es recomendable evitar las comidas muy condimentadas y especiadas, ya que no
son beneficiosas para dichas enfermedades bucales.
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