El agua es un bien básico y
natural, que tiene gran cantidad de beneficios para nuestra salud y el
bienestar bucodental.
El vino, como hemos dicho en
numerosas ocasiones, no es para nada amigo de nuestros dientes y de su blanco
natural. Nuestro consejo para evitar su efecto negativo sobre el esmalte dental
y la exposición directa a manchas en los dientes, es que alternes (o al menos
lo intentes) una copa de vino con una de agua. De esta manera, eliminarás los
restos de la pigmentación que se van quedando en los dientes y que hacen que se
tiñan.
En la práctica de deporte es vital, no sólo como
gran agente hidratante. Cuando practicamos deporte tendemos a respirar por la
boca lo que hace que mayor sequedad bucal y una menor creación de saliva, lo
que puede generar caries a corto y largo plazo. Por ello mismo, beber agua con
moderación mientras se practica cualquier actividad física, hará que sí que se
vaya generando saliva y que nuestra boca se encuentre hidratada constantemente
y sus niveles se encuentren en el estado correcto.
Como hemos señalado en algún artículo anterior,
las bebidas isotónicas no son nada buenas para nuestra salud bucal, ya que
tienen un elevado contenido de ácidos y azucares concentrados. Por ello es muy
bueno que, si tienes que consumirlas, las intentes rebajar con agua para
reducir este alto contenido.
Durante el embarazo es básica, en esta etapa
las encías están mucho más sensibles y el esmalte dental suele desgastarse
mucho más debido a los vómitos.
Como podéis ver, son muchos los beneficios que
tiene el agua para la salud bucal y, al mismo tiempo, para nuestro cuerpo y
nuestra salud. Tener la boca y el cuerpo hidratado es vital para nuestro
organismo y para nuestra salud.