Hay que tener en cuenta cómo se respira desde
pequeño ya que esto puede influir de forma directa en el crecimiento facial y
en la dentición y con un diagnóstico a tiempo se pueden prevenir e intentar
evitar problemas y complicaciones bucodentales.
En la infancia la respiración se puede ver alterada por, por ejemplo, la rinitis alérgica, las obstrucciones por desviación de
tabique nasal, vegetaciones, amígdalas o la hipertrofia de cornetes. Estas alteraciones son más frecuentes de lo que creemos y no solemos darles mucha importancia; y, con
el paso del tiempo, se pueden convertir en problemas bucales, otitis, sinusitis
y demás.
Los cambios que se pueden observar en el pequeño
que sufre deficiencias respiratorias y que son de forma progresiva son, entre
otras: ojeras, labios entreabiertos, respiración bucal, cara estrecha, pómulos
aplanados, falta de proyección anterior del tercio medio facial; al mismo
tiempo se puede ver como tiene un paladar estrecho y profundo que se
caracteriza por tener la mordida cruzada, asimetría facial y dientes apiñados
desde temprana edad.
Es recomendable la visita a edad temprana al
odontopediatra para poder cerciorarse de este tipo de anomalías. Es alrededor
de los 5 años cuando se tiene completada el 80% del crecimiento facial por lo
que es muy importante solucionar las obstrucciones respiratorias cuanto antes
así como el equilibrio facial y las alteraciones al respecto. De ahí la importancia de visitar a temprana
edad para poder proporcionar el tratamiento específico y más específico para
mejorar tanto la respiración nasal como favorecer el balance de las estructuras
faciales.
Desde Clínica Dental Hernández Vela estaremos
encantados de visitar a su hijo y realizarse una revisión exhaustiva por parte
de nuestra odontopediatra para cerciorarnos de cómo se encuentra su dentadura y
su mandíbula.
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