jueves, 5 de mayo de 2016

El Ratoncito Pérez sí existió

No hay mejor manera de comenzar nuestro blog que hablando de ese mítico ratoncito que, cuando éramos pequeños, venía a recoger los dientes que guardábamos debajo de la almohada.   Ese mítico personaje que ha ido pasando de generaciones en generaciones y que a más de uno nos ha alegrado la noche y nos ha sacado una sonrisa, mellado eso sí, pero sonrisa en cualquier caso.

La historia sitúa al Ratoncito Pérez en 1894 cuando el jesuita Luis Coloma se lo escribió al rey Alfonso XIII tal y como indica la placa situada en la calle Arenal número 8 de Madrid, a tan sólo unos pasos de la Puerta del Sol. Pero entonces ¿es mito o realidad?




Según el cuento de Coloma, escrito cuando el todavía no rey Alfonso XIII perdió su primer diente de leche a la edad de 8 años, Pérez nació en el mismo Palacio Real a finales del siglo XIX. La leyenda cuenta que cuando sucedió ese hecho, la regente María Cristina ordenó que se escribiera este cuento puesto que el después rey de España no se tomó muy bien este hecho y lo creo en una gran problemática, como tal vez para cualquier niño de dicha edad que no sabía qué estaba sucediendo. Con este cuento lo que se esperaba es poder crear una historia divertida y anecdótica  sobre dicho hecho y, lo que no sabría tal vez Luis Coloma, es que luego lo convertiría es un mito del que todos los niños españoles ansían su llegada.

Fue en 2003 cuando se situó la placa que le reconoce su existencia en la antigua Confitería Prast de Madrid. Pocos sabemos de su existencia, de la verdadera historia de este recolector de dientes de leche que nos ha visitado y continúa haciéndolo cada vez que un pequeño pierde un diente de leche y lo guarda bajo su almohada. Porque, siendo realidad o mito, todos conservamos esa parte de niños que nos hace soñar.






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