martes, 28 de junio de 2016

Las partes del diente

Muchas veces desconocemos las partes que tienen los componentes de nuestro cuerpo y, es por eso, por lo que vamos a dedicar el post de hoy a hablar de las partes que tiene el diente.


El diente se puede dividir en dos partes principales: la corona, que es la parte que vemos, superior y blanca del diente; y, la raíz, que es la parte que no vemos y que está debajo de la encía.  Además, el diente está formado por cuatro tipos de tejidos que tienen una función diferente y peculiar que les caracteriza.








El esmalte, que se encuentra en la parte superior y que se puede ver, es la parte más dura del diente. Permite morder, masticar y triturar los alimentos y protege al diente de las agresiones externas.

Por otro lado, se encuentra la dentina que está calcificada y se parece a un hueso. Esta es más sensible que el esmalte por lo que si el esmalte se desgasta el diente puede sufrir.

El cemento es el tejido que cubre la raíz del diente y le ayuda a anclarse en el hueso. Si se quiere proteger, la mejor manera es cuidar bien las encías y, de esa manera, se encontrará bien cuidado también. Posee un tono amarillo y es más blanco que el diente y la dentina.

Por último, nos encontramos con la pulpa que se encuentra en el mismo corazón del diente. En esta es donde se encuentran lso vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas del diente, así como los tejidos blandos que le dotan, en ocasiones, de sensibilidad. 


La caries y la enfermedad periodontal afectan mucho, según su evolución, a las partes del diente.  Recuerda que ante la primera molestia que tengas en tus dientes es recomendable que vengas a visitarnos porque, una caries que se detecta al principio en el momento en que surge, puede afectar al esmalte dental y con un empaste se puede solucionar;  pero si no se controla puede afectar a las partes del diente. Si esta es de larga evolución y no se pone remedio, la caries puede pasar a la segunda parte del diente o a la pulpa,  producirá un dolor muy fuerte y en este caso se debe hacer una endodoncia, un tratamiento del nervio que afectará al diente.





Otro caso que podemos mencionar es cuando se producen diversos sangrados en la encías cada vez que nos cepillamos los dientes, lo que se conoce como gengivitis o enfermedad de las encías. Si acudimos a una revisión porque tenemos la encía inflamada, esta todavía continúa cubriendo la raíz del diente y se puede tratar dicha inflamación. Si, por el contrario, dejamos que pase un largo plazo del tiempo con estos sangrados y esta hinchazón, lo que conseguimos es que afecte al hueso también, por lo que estaríamos hablando de un grave problema dental, se puede perder hueso y dejaría al descubierto la raíz del diente, lo que produciría una sensibilidad del diente que sería dolorosa. 







Es por ello por lo que desde Clínica Dental Hernández Vela recomendamos que, ante la primera molestia que notes en tus dientes, en tus encías o en tu boca en sí, vengas a la consulta porque, recuerda, las cosas cuando comienzan siempre son más fáciles de tratar y remediar que cuando han evolucionado lo suficiente y podemos llegar a problemas dentales de importancia. 



lunes, 20 de junio de 2016

¿Me cepillo bien los dientes?

Desde bien pequeños nos dicen que hay que cepillarse los dientes, al menos, después de las tres comidas principales del día pero… ¿lo hacemos correctamente? Muchos estaréis pensando que seguro, que tampoco es tan complicado cepillarse de forma correcta los dientes pero…. ¿estáis seguros?






Recuerda que si tienes unos dientes sucios, además de perjudicar tu salud bucodental y provocarte problemas a largo plazo, también perjudica a tu imagen y a tu estética, ya que unos dientes sucios y con sarro emiten una mala imagen de la persona.  Hay que ser conscientes de que, si se remueve la placa bacteriana por completo, se puede prevenir de forma casi total la caries dental, las enfermedades periodontales y la formación de sarro. Bien es cierto que por mucho que se lleve una higiene dental continua y de manera muy concienzuda, esto es casi imposible pero, lo que sí que se puede conseguir, es eliminar casi al completo la placa dental, gran artífice de casi todo este tipo de problemas y enfermedades.


Lo primero para cepillarte de forma adecuada los dientes es usar un cepillo y una pasta dental adecuados a tus necesidades. Para ello, lo mejor es que nos preguntes cuando nos visites y así poder aconsejarte de la mejor manera posible porque, como en todo, cada uno somos un mundo y necesitamos unas cosas diferentes al otro.






Nunca cepilles tus dientes de manera agresiva, no es lo mismo un cepillo agresivo que uno firme. Lo ideal sería utilizar un cepillo de dureza media, ya que los duros puede serlo demasiados y los blandos, también demasiados blandos (valga la redundancia).  Los movimientos deben ser suaves pero firmes a la vez, sin provocar que las encías sangren. Además, recuerda, que los movimientos deben ser de izquierda a derecha y viceversa pero, también de forma circular y de arriba abajo. Intentando llegar a todos los dientes que forman tu dentadura.  La mejor técnica para tener unos dientes limpios, sanos y bien cuidados es utilizar la técnica de Bass modificada.  Gran parte de los dentistas coinciden en recomendar esta técnica a sus pacientes ya que elimina por completo a placa bacteriana de los dientes. En esta, el cepillo realizada diversos movimientos de rotación entre la encía y el diente, colocando siempre el cepillo en un ángulo de 45 centímetros respecto al diente presionando, de esta forma, contra el surco gengival. Tras ello, se realizarán movimientos muy cortos en dirección antero-posterior y de vibración.






También, por otro lado, aconsejamos pasar la seda o el hilo dental y los cepillos interproximales, al menos, una vez al día. Con ello se consigue eliminar aquellos residuos que se han podido quedar en nuestra boca y donde el cepillo no puede acceder. De esa manera tus dientes sí que se quedarán limpios del todo.





Ya, como colofón a una higiene dental perfecta, cepilla suave y ligeramente la lengua por la parte superior ya que ahí también podemos encontrar residuos y bacterias de nuestro día y, de esa manera, podremos evitar cualquier posibilidad de que se alberguen en nuestra boca y, sobre todo, el mal aliento.






Ahora vuelve a formular la pregunta ¿te cepillas de forma correcta los dientes? 

martes, 14 de junio de 2016

¿Qué cepillo interdental utilizar?

El cepillo interdental  es un cepillo de forma cilíndrica  que se caracteriza por tener un tamaño menor que los convencionales y que sirve para proporcionar una máxima limpieza al espacio que hay entre diente y diente. Este, ayuda a eliminar la placa bacteriana que se acumula entre los dientes después de las comidas.





Pero la gran duda viene cuando debemos escoger cuál es el mejor para nosotros y nuestros dientes. Este se debería elegir dependiendo del espacio que tenemos entre los dientes y, también, entre el que hay entre los dientes y la encía; puesto que debe entrar en dicho espacio y poder eliminar cualquier resto que haya podido quedarse ahí.  Los tamaños de este tipo de cepillo se clasifican por colores. El cepillo debe entrar sin esfuerza para no dañar la pieza dental pero, tampoco debe tener un acceso muy holgado puesto que, si esto sucede no limpia de forma correcta el diente y no eliminaría la placa bacteriana que queremos eliminar.


Además, este tipo de cepillos también es muy recomendable para aquellas personas que tienen un tratamiento de ortodoncia, implantes o prótesis dentales, ya que acceden a zonas que el cepillo convencional no alcanza.



¿Cómo usarlo? Es muy fácil, simplemente tienes que pasar el cepillo entre los dientes, los implantes y los alambres de la ortodoncia. Pero es muy importante que no se realice ningún tipo de presión o fuerza para que el cepillo entre en unos espacios determinados. Debes desplazar el cepillo desde delante hacia atrás en repetidas ocasiones y es muy importante que sea de forma horizontal. 






Una curiosidad de esta modalidad de cepillo es que no es necesario pasta dentífrica para su uso y es recomendable usarlos una vez al día, al menos.  Este tipo de cepillos no son de un solo uso, si no que se pueden limpiar como el cepillo convencional después del cepillo convencional. ¿Hasta cuando usarlo? Hasta que se aprecie que se encuentra muy doblado o angulado y no permite la entrada entre los dientes con suavidad.


Recuerda que gracias a estos consejos tus dientes estarán muy sanos y tu salud bucodental te lo agradecerá. 


miércoles, 8 de junio de 2016

¿Cómo mejorar mi limpieza bucal?

En muchas ocasiones realizar una buena y correcta limpieza bucal es un tema tabú puesto que muchos desconocemos cómo realizarla de la mejor manera y, sobre todo, de la forma más beneficiosa y correcta para nuestra dentadura.



Lo primero y más importantes para limpiarse bien los dientes, es el cepillo. Sí, tal y como lo lees. El cepillo debe tener una dureza media y debes usar la pasta de dientes adecuada para ellos. Son aspectos que parecen muy básicos y simples pero que más de uno comete fallos en esto pasos y es lo que conlleva una cadena de malos resultados dentales.





Otra rutina que se debe aplicar y que ayuda a tener una gran salud y limpieza dental es el uso del hilo dental y de los cepillos interproximales.  Con su ayuda, alcanzamos lugares que con los que no llegamos con el cepillo y podemos eliminar residuos que después se convierten en placa bacteriana.

¿Cómo debes usar el cepillo interproximal para eliminar la placa al completo y dejar tus dientes limpios al completo? Primero debes presionar de forma muy ligera, sin forzar en absoluto, el cepillo para introducirlo en el espacio que deseas limpiar. Para la arcada inferior debes mantener una inclinación muy leve de abajo hacia arriba y, por el contrario, para la arcada superior, de arriba hacia abajo. Tras ello debes realizar cuidadosos movimientos en horizontal y en repetidas ocasiones evitando que el cepillo se salga del espacio entre los dientes.






El hilo o seda dental también suele estar muy presente en la salud y limpieza bucodental pero, en numerosas ocasiones no se sabe cómo usarlo. Es igual de fácil y senillo que el cepillo interproximal. Para usarlo en la limpieza de los dientes usa cerca de unos 40 cm y anúdalo en los dedos pero dejando un espacio amplio para trabajar entre los dientes con toda la facilidad y de manera que no haya interrupciones. Éste, lo introduces entre los dientes y lo deslizas de manera muy suave entre ellos con movimientos de arriba hacia abajo.  Para tener una limpieza completa de la encía, curva ligeramente el hilo dental alrededor de la base del diente para permitir que pueda pasar por debajo de la encía, sin forzar y de manera suave para no provocar daños en el tejido gingival.





Recuerda, que el uso del hilo dental o cepillo interproximal es recomendable para aquellas personas que tengan muy cerrados los espacios entre los dientes y resulta muy complicado acceder a los mismos mediante el uso del cepillo normal. Con ambos eliminamos placa bacteriana y llegamos a lugares donde el cepillo convencional no alcanza.

Ya, para finalizar y poder sentir una boca limpia y sana, si utilizas el enjuague bucal tras todos estos pasos, tus dientes estarán sanos y te lo agradecerán.  Son unos simples pasos que si se realizan, al menos, tres veces al día seguro que notas el cambio.