martes, 13 de noviembre de 2018

El bruxismo infantil


Comenzamos este artículo señalando que el bruxismo es un problema que puede producirse a cualquier edad pero, centrándonos en el titular del mismo, es frecuente que los niños se vean afectados también, sobre todo aquellos que tienen de 4 a 6 años de edad. De tal forma se estima que el 80% de la población infantil tiene síntomas de haber rechinado en alguna ocasión los dientes. 

El bruxismo infantil o rechinar de los dientes se produce por lo mismo que sucede en los adultos, porque se aprietan los dientes y al mismo tiempo la mandíbula y, además, en la mayoría de los casos se hace sin ser consciente de ello.  Realizar esto genera en ocasiones una contracción muy fuerte y continua de los músculos implicados en la masticación y se pueden producir desplazamientos de una arcada dental sobre la otra y, con ello, que los dientes rocen entre sí.




El bruxismo infantil puede generarse por un proceso fisiológico natural que se produce al estimularse los músculos y huesos faciales por el crecimiento habitual del pequeño; por lo que es normal que desaparezca espontáneamente una vez hayan erupcionado los segundos molares y los incisivos permanentes. Pero, también puede producirse por situaciones de estrés como, por ejemplo, la llegada de un hermano, el inicio del curso escolar, un cambio de residencia y demás situaciones de cambio.

El bruxismo lo notará el odontopediatra, por ello es muy importante realizar visitas periódicas al mismo desde bien temprana edad. Porque, como siempre señalamos, es entonces cuando se puede poner remedio a muchas situaciones que una vez se es adulto siempre será más difícil de solucionar y poner tratamiento.

Comenzamos este artículo señalando que el bruxismo es un problema que puede producirse a cualquier edad pero, centrándonos en el titular del mismo, es frecuente que los niños se vean afectados también, sobre todo aquellos que tienen de 4 a 6 años de edad. De tal forma se estima que el 80% de la población infantil tiene síntomas de haber rechinado en alguna ocasión los dientes. 

El bruxismo infantil o rechinar de los dientes se produce por lo mismo que sucede en los adultos, porque se aprietan los dientes y al mismo tiempo la mandíbula y, además, en la mayoría de los casos se hace sin ser consciente de ello.  Realizar esto genera en ocasiones una contracción muy fuerte y continua de los músculos implicados en la masticación y se pueden producir desplazamientos de una arcada dental sobre la otra y, con ello, que los dientes rocen entre sí.



El bruxismo infantil puede generarse por un proceso fisiológico natural que se produce al estimularse los músculos y huesos faciales por el crecimiento habitual del pequeño; por lo que es normal que desaparezca espontáneamente una vez hayan erupcionado los segundos molares y los incisivos permanentes. Pero, también puede producirse por situaciones de estrés como, por ejemplo, la llegada de un hermano, el inicio del curso escolar, un cambio de residencia y demás situaciones de cambio.

El bruxismo lo notará el odontopediatra, por ello es muy importante realizar visitas periódicas al mismo desde bien temprana edad. Porque, como siempre señalamos, es entonces cuando se puede poner remedio a muchas situaciones que una vez se es adulto siempre será más difícil de solucionar y poner tratamiento.

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