martes, 23 de agosto de 2016

¿Por qué tenemos sensibilidad dental?

Una de las mayores molestias que pueden sufrir nuestros dientes es la sensibilidad en los dientes que puede ser muy molesta y, en ocasiones, bastante dolorosa.

La hipersensibilidad existe como un síntoma de diversas afecciones dentales y gingivales. La sensibilidad es normal ya que los dientes sienten estímulos de temperaturas, roces o contacto; mientras que la hipersensibilidad es una reacción exagerada a diversos estímulos que cursa una sensación muy desagradable de diferentes intensidades que llega a causar un dolor extremo e intenso.




La hipersensibilidad puede tener su origen tanto en los dientes como en las raíces e los mismos. Puede sufrirse por una consecuencia de algunos trastornos infecciosos como son las caries, la enfermedad periodontal y sus secuelas. También puede sufrirse por una mala posición de los dientes, bruñimos, hábitos traumáticos o trastornos químicos como pueden ser diversos ácidos que provienen de la dieta que se siga.





Esta patología afecta a las encías y va destruyendo, poco a poco, los tejidos y dejando al descubierto raíces dentarias que no se encuentran preparadas para recibir de forma directa diversos estímulos como son el frío o el calor. El tratamiento periodontal lleva implícito eliminar todos los elementos adheridos a las superficies como biofilm bacteriano y sarro, mediante el raspado de la superficie y, en algunos casos, lleva a aumentar la hipersensibilidad.  La inflamación por bacterias lleva a la pérdida del tejido óseo y, por tanto, a la inflamación de las encías que, al ser tratadas, se desinflaman y dejan la descubierto la encía.  Puede tratarse con productos de manera local o con tratamientos más complejos como pueden ser los injertos que suponen colocar una encía (artificial o del propio paciente) para cubrir las raíces.





La enfermedad periodontal puede llegar a depender de la edad ya que es un factor que afecta particularmente.  Bien es cierto que al aumentar la edad del paciente aumentan las posibilidades de contraer una enfermedad puesto que las posibilidades de aumentarse a la misma son mayores también.  También ocurre que hay personas con la encía muy fina y móvil y el hueso que soportan es muy delgado y favorece dicha retracción.


Lo mejor para tratarla es acudir al odontólogo para que nos especifique, en la medida de lo posible, su causa y nos pueda tratar y aportar un tratamiento específico ya que puede ser cuantiosamente doloroso y, sobre todo, molesto.

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